Friday, February 29, 2008
Stop it!
Tengo una manía enfermiza de emperrarme en un recuerdo específico de una situación que me superofendió y gastar minutos enteros recreándolo, repasándolo, manoseándolo, saboreando de nuevo la amargura mientras me relamo los labios. Para qué? Por favor, ya me costó semanas de tristeza y de mal genio. Ya pasó. Supongo que su recurrencia es por su reciente y rara ocurrencia -I mean, hacía muuuuucho tiempo no me sentía tratada así por nadie; bueno, también estuvo el rollo con Adriana Zúniga en 2005, pero el radio de influencia del episodio no alcanzaba mi esfera íntima-. Seguro mi contraparte ni se acordará de mí a ninguna hora del día, sí que menos de lo que me hicieron o de lo que yo les haya hecho. Son gente práctica y no se ponen con maricadas de estas. Bastantes problemas tenemos todos como para que yo me ponga a perder mi valioso tiempo con esto, y de paso aumentar sin razón alguna mi cuenta de momentos culos innecesarios. Eso luego me toca pagarlo en alguna parte, yo sé, y me parece que es una deuda bien jarta de pagar.
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