Monday, August 15, 2005

Salpotrero

Yo me imaginaba que el burrito salpotrero debía tener un tipo de pelaje especial que lo hacía acreedor al adjetivo de salpotrero. Algo así como variopinto, gallineto. Nunca me aventuré a una segunda interpretación de la frase sino hasta la universidad, en donde alguna tarde de viernes visualicé por fin una manada (cómo se llaman los grupos de burros?) de burritos azuzados por el assboy hacia el potrero. Burritos al potrero.


Con razón nunca había encontrado una descripción del tipo salpotrero.

"Deberías cuestionarte"

Esa frase me la dijo alguien en el baño de un barsucho hace 10 años, el día en que estaba celebrando mis 23 primaveras. Del día yo había hecho una réplica de lo que era mi vida y me estaba divirtiendo de lo lindo. La frase, con la que una piadosa testiga de la escena desdeñosamente trataba de sacarme del oso que estaba haciendo, no la entendí más que como un desafío para seguir la juerga esa noche y los siguientes 5 años. Luego siguió habiendo party, pero ya menos salvaje, en otro escenario en donde todo me era más sensual -vendrían los años alemanes. Sólo una vez, hace poco, volví a recordar la frase desde el fondo submarino de un guayabo de marinero y la sentí caer sobre mí por primera vez con toda su contundencia por seguir siendo válida después de casi 10 años. Pasaría algo gracioso, y es que luego recordaría un par de situaciones en las que lo único que hizo falta para morir de la resaca fue recordarla. Menos mal que no lo hice.

Hoy ya es frase de otros libretos, ya no le tengo puesto.

Friday, August 12, 2005

Las mitades perdidas

A veces me da por pensar en la galería de personajes que ha pasado por mi vida en calidad de "amores". Puestos todos juntos en mi recuerdo, lo primero que se me ocurre es qué disímiles que son todos, no hay ningún patrón a seguir, me fui enamorando o encacorrando conforme la vida me los fue poniendo por el camino.

Ha habido quienes no me trataron como me lo merecía (o mejor dicho, sí que me lo merecía por haber seguido a su lado), tampoco faltan quienes se llevaron de mí no más que desaires y desplantes... He dizque sufrido, pero también he hecho sufrir a otros.

A quien más me desdora, el alma ofrezco;
a quien me ofrece víctimas, desdoro;
desprecio al que enriquece mi decoro,
y al que le hace desprecios, enriquezco.


Sor Juana Inés de la Cruz


No me interesa sacar un balance, ver si estoy en rojos y me estoy debiendo felicidad; me queda la liviana sonrisa de haber hecho lo que sentía en cada momento.